viernes, 21 de noviembre de 2014

Estrés y ganancia de peso

El estrés conduce a ganar peso

Muchos hemos oído decir que el estrés conduce a una ganancia de pesoBueno pues he de deciros que esto no es del todo cierto. Esto no es más que una estrategia de las compañías y empresas que toman este mito como anzuelo para poder vender sus productos.
Cuando nosotros estamos sometidos a situaciones de estrés es cierto que se libera una hormona de la glándula suprarrenal llamada cortisol y que favorece al almacenamiento de grasa en la zona abdominal.
Es entonces cuando las compañías ofrecen unas pastillas que supuestamente bloquean la producción de cortisol y/o su absorción, de esta manera podríamos dejar de almacenar grasa y perder peso. ¿Tentador, verdad?
En primer lugar he de advertiros que muchos de estos productos que venden contienen ingredientes tales como extracto de té verde, cromo, vanadil sulfato, flor de la pasión y demás componentes que no ejercen ningún tipo de función que pueda repercutir en la quema de grasas o en la pérdida de peso. De hecho, la Comisión Federal de Comercio reclamó a estas compañías haciéndolas pagar 4,5 millones de dólares por la venta de estos productos que fueron vendidos y son una total y absoluta estafa.
Los niveles de cortisol se elevan ante situaciones de estrés que pueden ser por distintas causas:
  • Una dieta restrictiva.
  • Sesiones de entrenamiento intensas y prolongadas.
  • Relaciones sociales.
  • Alteraciones en el estado de salud.
  • Exceso de peso.
  • Situaciones de peligro o huida.
  • Factores externos del medio.
Por otra parte debéis saber que el cortisol es una hormona, que como todas las demás, tiene una serie de funciones en el organismo. Una de las principales es la regulación de los niveles de energía mediante el transporte de reservas energéticas a tejidos donde se necesite mediante el aporte de energía degradando la proteína. Esto ocurre si nosotros, efectivamente, tenemos un exceso de energía que debamos almacenar, ya que el cuerpo no va a generar grasa de la nada. Esto puede resultar peligroso en personas con un exceso de peso, ya que el cortisol tiene otra función reguladora del hambre a largo plazo haciendo que el individuo tenga hambre y consuma un exceso de energía que acabaría almacenándose en forma de grasa y aumentando los niveles de cortisol, convirtiéndose así en un círculo vicioso que podría traer consigo el desarrollo de otras enfermedades como obesidad, resistencia a la leptina o diabetes.
No obstante en situaciones de peligro o huída la demanda energética es tan grande que el hecho de elevar los niveles de cortisol permite aportar a los tejidos la energía que necesita el organismo, así como en las sesiones de entrenamiento intensivo; los niveles de cortisol aumentan junto al de otras hormonas tales como la hormona de crecimiento, catecolaminas, adenocorticotropia...favoreciendo los procesos catabólicos sobre los anabólicos, de esta manera el resultado sería un consumo de energía que puede traer consigo el consumo de grasas.

Conclusión: nuestro objetivo principal para llevar una vida saludable es mantener el equilibrio hormonal. En muchas ocasiones los niveles de cortisol se verán elevados y reducidos, pero ninguna de estas situaciones debe mantenerse en el tiempo ya que podrían traer repercusiones y efectos sobre el organismo.

The leptin boost diet (Scott Isaacs, M.D. 2007)
American Association of Clinical Endocrinologists Nº3 (2006)
Ahima, R.S., and J.S. Flier. 2000. Adipose Tissue as an Endocrine Organ. Trends in Endrocrinology and Metabolism 11:327-32
Bigger Leaner Stronger: The Simple Science of Building the Ultimate Male Body. Michael Matthews

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